Llegados a este punto, no podemos
enterrar la cuba, acto de fin de fiestas, sin degustar algunos de los platos
típicos riojanos más solicitados en fechas como éstas. Cada comunidad puede
alardear de una cosa, los riojanos tenemos muchas carencias pero si en algo destacamos
es en la gastronomía.
Ningún visitante, peregrino o forastero puede irse de la ciudad sin haber probado algunas de las exquisiteces de la tierra. Que además como se va poder comprobar en las siguientes líneas no se trata de platos raros, ni difíciles de hacer, todo lo contrario, los platos más básicos y fáciles ¡eso sí! con alimentos propios de la tierra, no hay nada como las verduras y hortalizas recien cogidas de la huerta.
Ningún visitante, peregrino o forastero puede irse de la ciudad sin haber probado algunas de las exquisiteces de la tierra. Que además como se va poder comprobar en las siguientes líneas no se trata de platos raros, ni difíciles de hacer, todo lo contrario, los platos más básicos y fáciles ¡eso sí! con alimentos propios de la tierra, no hay nada como las verduras y hortalizas recien cogidas de la huerta.
Otro plato que todo visitante
debe probar es el ‘Bonito con tomate a la Riojana’. En la comunidad es un plato
muy común y a la vez muy sencillo porque se elabora con productos básicos. En
este caso la dificultad máxima está en la realización de la salsa para la que
se necesita freír tomate con cebolla pochada (freír cebolla a fuego lento hasta
que quede blanda) y vino blanco. Una vez hecha la salsa se le añade al Bonito,
que gracias a la cercanía con las costas pesqueras del norte, suele ser de gran
calidad, y queda un plato, como diría Arguiñano “rico rico y muy sencillito”.
El tercero de los platos típicos,
es muy común en la famosa calle ‘Laurel’, en pequeñas tapitas ¡Claro¡. ‘Los huevos
a la Riojana’. Plato sencillito que lleva a cabo rehogando en una cazuela ancha
huevos duros, ajo y pimiento rojo seco (previamente hidratado), y se sirven con
‘altalitones’ (parecidos a las torrijas pero salados).
El cuarto de los platos, más
común, y que son las más solicitadas en las degustaciones de San Mateo y San
Bernabé son las ‘Chuletillas de cordero al sarmiento’. La clave de este plato
es que las chuletas se asen sobre brasas de sarmientos (ramas secas de viña)
que por su forma de combustión dejan la carne en su estado más óptimo. Es una
receta campestre, muy común sobre todo en los pueblos, en las fiestas, cenas de
cuadrilla, comidas en bodegas…
Y por último para terminar con el
menú, aquel que aún tenga hueco, no pueden faltar unos ‘Fardelejos’, dulce
típicos riojanos, concretamente de Arnedo. Se trata de un rico manjar de
hojaldre relleno de una especie de pasta de mazapán pero más suave.Todo esto acompañado, por
supuesto, de un buen Rioja.
Y para todo aquel que no haya quedado satisfecho, aquí le dejo un enorme listado de platos esquisitos.
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